El óxido de zirconio tiene unas propiedades mecánicas tan excepcionales que le han valido el sobrenombre de «acero cerámico», no sólo en términos de resistencia a la flexión, sino también en términos de resistencia o tenacidad a la fractura. Aunque su primera generación presentaba unas propiedades mecánicas muy buenas, era prácticamente opaco. Por ello la industria dental ha ido modificando su formulación con el objetivo de aumentar la translucidez del material sin mermar excesivamente sus propiedades mecánicas. A continuación, se presenta un caso de tratamiento de una agenesia de un incisivo lateral superior izquierdo mediante un puente dentosoportado de zirconio de segunda generación recubierto de porcelana feldespática.

Se trata de un joven de 17 años con agenesia de su incisivo lateral superior izquierdo, situación que produjo la malposición del resto de los dientes debido al exceso de espacio en la arcada. Tras realizarle un tratamiento ortodóncico se posicionaron correctamente sus dientes, dejando el espacio necesario para poder reponer su diente ausente. El espacio era insuficiente para poder colocar un implante dental, tratamiento de elección, por lo que se decidió colocar un puente dentosoportado totalmente cerámico. El resultado, funcional y estético, fue excelente. La calidad del zirconio de primer nivel que se usó, junto con la maestría del ceramista que recubrió la estructura con la porcelana feldespática, transcendió en la excepcional belleza de la prótesis.