Las exostosis y torus son lesiones reactivas localizadas del hueso bastante corrientes. Constituyen prolongaciones de la estructura ósea normal, con una capa superficial de hueso cortical y, cuando son grandes, una zona central de hueso medular. Los torus pueden tener múltiples formas y configuraciones, que van desde una simple elevación lisa hasta una masa ósea pedunculada multilobulada. No se ha podido confirmar una herencia genética clara, aunque en el caso de los torus palatinos se observa alguna asociación.

Hasta hace poco tiempo se consideraba que los torus eran lesiones irrelevantes, pero su cubierta mucosa es muy fina y propensa a dañarse. Se ha recomendado su resección profiláctica para prevenir la osteonecrosis asociada a fármacos, que es más frecuente en zonas de traumatismos mucosos.

En general, plantean pocos problemas cuando hay dentición y solo en ocasiones interfieren con el habla o se ulceran por traumatismos. Sin embargo, cuando la pérdida dental requiere la construcción de una prótesis completa o parcial removible, con frecuencia interfieren en el diseño y el funcionamiento correcto de éstas, por lo que deben extirparse.