Se presenta el caso de una mujer de 80 años con ausencias de todos los dientes posteriores y de los incisivos inferiores. Su deseo era reponerse los dientes ausentes declinando un posible tratamiento implantológico. Además, también quería cambiar el color tan saturado que presentaban sus dientes remanentes. Asimismo, la exploración halló que tenía pérdida de dimensión vertical debido a desgastes por atrición. Tras explicar las distintas posibilidades de rehabilitación, ventajas e inconvenientes, se tomó la decisión de realizar una rehabilitación oclusal mediante prótesis mixta superior e inferior.

Los sectores anteriores se rehabilitaron con prótesis parciales fijas de metal-porcelana y los posteriores mediante prótesis parciales removibles. Respecto a éstas últimas no se diseñaron con los clásicos ganchos, sino que se usaron anclajes.

Los anclajes o ataches son unos mecanismos retentivos que tenemos a nuestra disposición como alternativa a los ganchos tradicionales. Constan de dos partes, el macho o pátrix y la hembra o mátrix. Debido a que toda prótesis removible con anclajes obliga a realizar prótesis fija en los dientes pilares surge el término de prótesis mixta. El principal motivo de su indicación es la estética al eliminar los ganchos cuya visión no es de ningún modo gratificante.

El resultado, estético y funcional, fue muy satisfactorio.