Las recesiones gingivales fueron clasificadas por Miller en 1985 según el pronóstico para el recubrimiento radicular. Las de Clase 3 afectan a los dientes cuya pérdida de inserción interproximal es menor que la vestibular. La recesión marginal del tejido se extiende más allá de la unión mucogingival. El diente puede estar ligeramente rotado/malposicionado y la papila no cubre totalmente los espacios interdentales hasta el punto de contacto. En estos casos la cobertura de las raíces expuestas es limitada, siendo posible únicamente la cobertura parcial del tejido blando.

El injerto gingival representa una técnica de primera elección en presencia de recesiones Clase 3 de Miller cuando se desea obtener al mismo tiempo un recubrimiento radicular parcial, un aumento de espesor y de altura del tejido queratinizado vestibular y un aumento de la dimensión vertical del vestíbulo. La asociación de estas exigencias se evidencia frecuentemente en la arcada inferior, sobre todo en la zona de los incisivos inferiores, donde las exigencias estéticas son menores.

A continuación se muestra el caso de una mujer de 53 años que presentaba una recesión Clase 3 de Miller en el incisivo central inferior izquierdo. Esta recesión alcanzaba el frenillo labial inferior. Puesto que su presencia dificultaba la correcta higiene bucodental de la zona, se propuso realizar una cirugía plástica periodontal. El objetivo era conseguir una adecuada cantidad de encía adherida sobre dicho diente, lo cual favorecería su comodidad para eliminar correctamente la placa bacteriana; eliminar el frenillo labial y, simultáneamente, recubrir parcialmente la raíz expuesta.

El procedimiento quirúrgico consistió en obtener un injerto gingival autólogo proveniente de la mucosa palatina y trasplantarlo a la zona a tratar. El resultado fue excelente, consiguiendo una más que considerable cantidad de encía adherida y un aumento de la profundidad de vestíbulo.