Prevenir antes que curar

No solamente se debería acudir al dentista cuando aparece el dolor. Cuando el estado bucal comienza a mermar, aunque no haya dolor, aparecen una serie de signos que alertan al dentista del problema y, como la patología aún no está en una fase avanzada, todavía son fáciles de solucionar.
Cuanto más tarde se diagnostica el problema más delicado y costoso resulta ser el tratamiento.
Es importante mantener una buena higiene bucal en nuestras casas, evitar hábitos nocivos como el tabaco y acudir al dentista, al menos una vez al año, para realizarnos una revisión bucodental.
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