Las infecciones fúngicas de la cavidad oral o micosis orales son enfermedades muy frecuentes. La mayoría están causadas por Candida albicans y se asocian con una alteración de la ecología microbiana oral, la cual produce esta infección oportunista. Entre los factores locales que favorecen su desarrollo se encuentran las prótesis mal ajustadas, pérdida de dimensión vertical, uso tópico crónico de antibióticos, corticoides tópicos o inhalados, dieta con elevado contenido de carbohidratos, higiene bucodental deficiente, hiposialia-xerostomía y el uso indiscriminado de antisépticos. Por otro lado, los principales factores sistémicos asociados a la candidiasis son las edades extremas (lactantes y ancianos), inmunodeficiencias, alteraciones metabólicas y endocrinas, síndrome de Sjögren, neoplasias hematológicas, quimioterapia, radioterapia, tabaquismo, alcoholismo, malnutrición, anemias, antibióticos de amplio espectro y los fármacos que causan xerostomía.

Entre las presentaciones clínicas de la candidiasis oral, se encuentra la forma pseudomembranosa. Sin duda alguna es la forma más emblemática, aunque no la más frecuente. Esta infección candidiásica se caracteriza por la presencia de grumos y placas blancas o blancoamarillentas en la mucosa bucal que tienden a confluir y que recuerdan a gotas de yogurt o de leche coagulada. La observación al microscopio de la pseudomembrana obtenida por raspado de estas lesiones encuentra estructuras fúngicas, como hifas y levaduras, células inflamatorias y epiteliales, junto con restos celulares, queratina y fibrina. Estas formas clínicas cursan con escasa sintomatología, pudiendo presentar ligeras molestias como escozor, ardor, quemazón, que no guardan relación con el tamaño de la lesión.

El tratamiento de la candidiasis se basa en la corrección de los factores favorecedores o de las enfermedades subyacentes, y en el empleo de fármacos antifúngicos apropiados.

A continuación, se presenta el caso de una mujer de 70 años a la que, durante una visita a nuestra clínica, se halló la presencia de grumos y placas clínicamente sospechosas de candidiasis oral pseudomembranosa. La historia clínica reveló que la paciente era asmática y se encontraba bajo tratamiento con corticoides en aerosol. El tratamiento farmacológico fue exitoso y, al cabo de un mes, desaparecieron todas las lesiones.