Implantología

Clínica Dental Borrás / Implantología

Los implantes dentales son pequeños tornillos de titanio tratados para que una vez colocados en el hueso, y tras un período de latencia, ejerzan el papel de «raíz artificial» sobre los que se fijarán las prótesis.

Por tanto, las rehabilitaciones sobre implantes se componen de dos elementos:

El implante

No visible
Fijado al hueso

La prótesis

1) Una corona unitaria
2) Una prótesis parcial fija (puente)
3) Una arcada completa
4) Una híbrida, prótesis completa dento-gingival fija, clásicamente de resina, compuesta de una subestructura metálica atornillada a los implantes.
5) Una sobredentadura, prótesis completa dento-gingival removible de resina, retenida por unos anclajes que van atornillados a los los implantes.

La calidad del material de nuestros implantes, avalada por la comunidad científica, así como la excelente formación y experiencia del equipo facultativo y asistencial de la Clínica Dental Borrás, nos garantizan una tasa de éxito de osteointegración cercana al 98%.

La principal ventaja es que podemos evitar que el paciente tenga que llevar una prótesis removible (excepto la sobredentadura), que puede tener problemas de movilidad e incluso estéticos. Otra ventaja importante respecto a la prótesis fija tradicional (puente dentosoportado) es que se pueden reponer las ausencias sin necesidad de tallar los dientes vecinos.

Preguntas frecuentes

Los implantes dentales son a día de hoy el mejor sustituto de un diente perdido. Pero, ¿es mejor que el diente natural? La respuesta es no.

Ante la pérdida de uno o varios dientes, ya sea por caries, fractura o enfermedad periodontal, los implantes son la alternativa de elección para reemplazarlos. Pero siempre que se pueda y sea predecible intentaremos salvarlos.

 

No. La cirugía se realiza bajo anestesia local y el postoperatorio se pasa cómodamente. La extracción de un diente se percibe como algo más desagradable que la colocación de un implante.

 

 

 

 

 
En 1977 el Profesor Bränemark introdujo el concepto de osteointegración. Lo definió como la “unión directa, tanto funcional como estructural, entre el hueso y la superficie del implante sometido a carga”. En el protocolo quirúrgico original se esperaban aproximadamente 6 meses antes de poner en funcionamiento los implantes colocados pero actualmente, gracias al avance tecnológico y de diseño de los implantes, se esperan aproximadamente de 2 a 4 meses. Pasado este tiempo, el implante puede someterse a las fuerzas de masticación tras conectarle la prótesis. Cabe decir que en algunos casos concretos se puede conectar la prótesis en un plazo mínimo de tiempo, concepto conocido como carga inmediata o comunmente bajo el eslogan de «dientes en un día»Los implantes funcionan y se perciben como los dientes naturales, eso sí, igual que los dientes, precisan de un mantenimiento tanto en casa como en la clínica dental.

Uno de los requisistos previos más importantes para conseguir y mantener una osteointegración satisfactoria es la presencia de un volumen suficiente de hueso sano en el nicho receptor. Los estudios clínicos han mostrado que los implantes colocados en un lugar con falta de alguna pared ósea, presentarán una mayor tasa de complicaciones del tejido blando y/o un pronóstico a largo plazo comprometido. Los pacientes que no cuentan con las cantidades óseas necesarias también pueden ser rehabilitados combinando la colocación de implantes con la reconstrucción ósea con injertos. Este aumento de tejido se realiza previamente o simultáneamente a la colocación del implante. Es importante recalcar que en la mayor parte de los casos usamos una mezcla de hueso del paciente (autoinjerto) y de minerales óseos derivados de animal (xenoinjerto), evitando de este modo la morbilidad por la toma de grandes cantidades de hueso propio. Una de las técnicas más documentadas es la regeneración ósea guiada, terapia que surgió para estimular la regeneración ósea por medio del uso de membranas con funciones de barrera. La justificación teórica de esta técnica indica excluir mecánicamente los tejidos blandos no deseados y evitar su proliferación en un defecto óseo, lo cual permitiría el crecimiento de poblaciones de células osteogénicas derivadas del hueso principal. Los biomateriales usados para las regeneraciones óseas en Clínica Dental Borrás están científicamente documentados en estudios preclínicos y clínicos.
Aunque los datos clínicos y experimentales sugieren que con buena higiene bucal se puede mantener la salud del tejido blando periimplantario incluso cuando no hay encía queratinizada, la práctica diaria demuestra que la interferencia de la mucosa de revestimiento durante el cepillado causa molestias, dificultando severamente la eliminación de la placa bacteriana. Esta situación favorece la inflamación de los tejidos periimplantarios, la aparición de recesiones mucosas y la pérdida de inserción. El aumento gingival, tradicionalmente, se ha llevado a cabo con el uso de injertos gingivales epiteliales obtenidos del paladar, considerándose el estándar dorado de la cirugía plástica periodontal y periimplantaria. A pesar de sus excelentes resultados clínicos, las molestias son significativas. Aunque la industria recientemente ha introducido una matriz de colágeno xenogénico como sustituto del tejido blando para aumentar la anchura del tejido queratinizado, los resultados son peores que con el uso de autoinjertos gingivales epiteliales.
Lejos de la creencia popular, los implantes no están exentos de problemas, que pueden poner en riesgo, incluso, su propia viabilidad. Ninguna especialidad médica puede garantizar un tratamiento. ¿Se imagina a su Cirujano Cardiovascular garantizando una válvula cardiaca, o a su traumatólogo haciéndolo con la prótesis de cadera?. Los implantes no deben ser considerados como un bien de consumo, sino como un dispositivo médico que, como tal, requiere cuidados y atención. Éstos se mantendrán en óptimas condiciones siempre que la encía y el hueso que los rodee se encuentren en buen estado. Como en los dientes, los implantes también pueden perder hueso (fenómeno conocido como periimplantitis) como consecuencia de una infección bacteriana (la encía que cubre el implante es menos resistente al avance de las bacterias orales que la que cubre a los dientes naturales), marca de éstos que no tengan científicamente demostrada su efectividad, excesivas fuerzas masticatorias, hábitos nocivos como el consumo de tabacomala calidad ósea o tener antecedentes de periodontitis.

Lejos de la creencia popular, los implantes no están exentos de problemas, que pueden poner en riesgo, incluso, su propia viabilidad. Ninguna especialidad médica puede garantizar un tratamiento. ¿Se imagina a su Cirujano Cardiovascular garantizando una válvula cardiaca, o a su traumatólogo haciéndolo con la prótesis de cadera?. Los implantes no deben ser considerados como un bien de consumo, sino como un dispositivo médico que, como tal, requiere cuidados y atención. Éstos se mantendrán en óptimas condiciones siempre que la encía y el hueso que los rodee se encuentren en buen estado. Como en los dientes, los implantes también pueden perder hueso (fenómeno conocido como periimplantitis) como consecuencia de una infección bacteriana (la encía que cubre el implante es menos resistente al avance de las bacterias orales que la que cubre a los dientes naturales), marca de éstos que no tengan científicamente demostrada su efectividad, excesivas fuerzas masticatorias, hábitos nocivos como el consumo de tabacomala calidad ósea o tener antecedentes de periodontitis. Por todo ello es primordial un buen programa de mantenimiento de higiene bucodental, colocar el tamaño adecuado y número suficiente de implantes para soportar las cargas masticatorias, usar una marca con garantías científicas, reconstruir la anatomía ósea con injertos cuando sea necesario y controlar las patologías sistémicas así como el consumo de tabaco si queremos que éstos perduren.