En el tiempo en el que vivimos la estética es sinónimo de elegancia, personalidad y calidad de vida.
1.- Carillas de porcelana: Tuvieron su origen en los años 20 por las exigencias estéticas de algunos artistas de cine que necesitaban poder mostrar una sonrisa con una apariencia perfecta. La carilla es una delgada lámina de porcelana hecha a medida en el laboratorio que se cementa en la cara visible del diente para darle el tamaño, la forma y el color deseado. Actualmente es el tratamiento de elección en situaciones de estética comprometida.
2.- Blanqueamientos dentales: El blanqueamiento dental es un tratamiento estético conservador, relativamente simple y rápido, indicado en el tratamiento de dientes con tinciones y decoloraciones. El objetivo es conseguir una sonrisa armónica en el paciente, devolviendo a sus dientes un color adecuado a sus necesidades estéticas en el menor tiempo posible, con procedimientos simples e indoloros, y sin apenas efectos secundarios.
Existen dos tipos:
Blanqueamiento externo: Se usa fundamentalmente en casos como tinciones por tetraciclinas leves, dientes oscurecidos debido al
envejecimiento, café, tabaco, etc. En él, aplicando un gel sobre los dientes y activándolo en la clínica con una fuente luminosa de diodos, obtenemos un aclarado notable de los dientes propios. La mejora será más notable cuanto más oscuro sea el color inicial.
Blanqueamiento interno: Está indicado para aquellos dientes endodonciados que se han oscurecido como ocurre tras las
hemorragias o necrosis pulpares, o como consecuencia de distintos materiales utilizados en tratamientos endodónticos previos.