Quiste del conducto nasopalatino
Presentamos el caso de un varón de 48 años de edad en el que durante un análisis radiográfico rutinario observamos la presencia de una imagen ovalada, radiolúcida, bien delimitada y circunscrita a la línea media interincisiva superior.
Nuestro diagnóstico de presunción fue de quiste del conducto nasopalatino por lo que programamos la intervención quirúrgica en la que efectuamos la exéresis quística completa y confirmamos el diagnóstico mediante el análisis anatomopatológico de la lesión.
Radiografía inicial. Detalle de la imagen ovalada, radiolúcida, bien delimitada y circunscrita a la línea media interincisiva.
Radiografía a los 20 meses de la intervención quirúrgica en la que se observa una correcta regeneración ósea.
El conducto nasopalatino comunica la cavidad nasal con la región anterior del maxilar superior. Se encuentra justo en la línea media y por palatino, por encima de la papila retroincisal. A su través discurre el paquete vásculo-nervioso nasopalatino que nutre e inerva la región palatina anterior del maxilar. El quiste del conducto nasopalatino se enmarca como un quiste del desarrollo no odontogénico, siendo el más frecuente de éstos. Su frecuencia es mayor en hombres que en mujeres (aproximadamente el doble) y la mayor incidencia de aparición se sitúa entre los 40 y 60 años. En cuanto a su etiología la teoría de la proliferación espontánea a partir de restos de tejido embrionario del epitelio de la mucosa que recubre todo el conducto parece ser la más verosimil. Respecto a sus manifestaciones clínicas pueden crecer durante muchos años sin dar ningún síntoma, siendo un hallazgo radiológico casual en la mayoría de los casos, como ocurre en el nuestro. Si producen clínica es debida a la inflamación, presentando entonces dolor, escozor, ulceración, infección local y/o fístulas. El tratamiento de elección es la exéresis completa del quiste, habitualmente por vía palatina, no presentando recidivas en la mayoría de los casos.
Especímen quirúrgico de la lesión quística.