Cáncer bucal. Hallazgo de un caso en estadio IV
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Más del 90% de las neoplasias malignas de la boca son carcinomas de células escamosas que se originan a partir del epitelio de la mucosa. La mayoría del resto de las neoplasias se originan en glándulas salivales, y unas pocas son metástasis. El término cáncer bucal se utiliza, por tanto, de manera genérica para referirse al carcinoma de células escamosas.
El cáncer bucal es una enfermedad relacionada con la edad, y más del 95% de los pacientes son mayores de 40 años, con una mediana de edad en el momento del diagnóstico de algo más de 60 años.
Respecto a la etiología, definir las contribuciones de diferentes factores causales resulta complicado; la enfermedad es compleja y multifactorial, y los pacientes deben estar expuestos a los factores etiológicos durante un período prolongado para desarrollar el cáncer. No obstante, a escala global el tabaco es la causa principal, particularmente en asociación con el alcohol, y su importancia es que es prevenible. Aunque resulta incierto determinar cuánto riesgo se reduce al dejar de fumar, hacerlo reduce significativamente el riesgo, reduce la comorbilidad que puede tener impacto sobre el resultado del tratamiento y reduce el riesgo de un segundo cáncer primario. Por otro lado, muchos pacientes con cáncer bucal son grandes consumidores de alcohol. Los mecanismos por los que las bebidas alcohólicas podrían causar carcinoma no están claros, pero incluyen lesión directa y aumento de la permeabilidad a otros carcinógenos.
Es importante reconocer los carcinomas bucales en sus estadios más iniciales, porque este es el factor más importante para determinar el éxito del tratamiento.Los síntomas de presentación son diversos. Es fundamental mantener un alto índice de sospecha para el diagnóstico precoz, y cualquier lesión no explicada que no responda al tratamiento o que no cicatrice espontáneamente debe levantar sospechas de carcinoma. Los carcinomas más pequeños aparecen como manchas rojizas, moteadas o blanquecinas indoloras, y solo una pequeña parte están ulcerados.Tras su crecimiento, un carcinoma puede desarrollarse como un nódulo elevado, ulcerarse o ambos. La induración se debe a la inflamación, fibrosis e infiltración de los tejidos. Para cuando un carcinoma ha formado una úlcera indurada con los típicos márgenes elevados, habrá estado presente durante varios meses. Ciertamente, un carcinoma precoz es con frecuencia indoloro, pero algunos pacientes presentan un dolor quemante o punzante agudo localizado en el carcinoma, de forma que no se debe minusvalorar un dolor no explicado. La ulceración puede asociarse a molestias o a un dolor punzante cuando se ingieren alimentos muy aromatizados. La afectación neural por un carcinoma produce dolor neuropático, parestesias o anestesia en la distribución de ese nervio. Los carcinomas de mayor tamaño pueden presentar dolor referido al oído, debido a complejas conexiones de nervios craneales. El dolor aumenta con el tamaño del carcinoma y es típicamente grave en los estadios tardíos.
Globalmente, la lengua es la localización más frecuentemente afectada en la cavidad oral, y la mayoría de los cánceres se concentran en la parte inferior de la cavidad bucal, en particular en los bordes laterales y la zona ventral de la lengua, la parte adyacente del suelo de la boca y la cara lingual del reborde alveolar y la región retromolar. Esta zona se corresponde aproximadamente solo al 20% del área total interior de la cavidad oral, pero el 70% de los cánceres bucales se concentran ahí. La distribución puede deberse a la acumulación de carcinógenos en la saliva y a su concentración en la parte inferior de la cavidad oral antes de su deglución.
Respecto a su diseminación, las células invasivas crecen en los tejidos por extensión directa. Músculos, grasa, nervios y, finalmente, el hueso se ven infiltrados y destruidos. Por otro lado, las metástasis linfáticas a los ganglios linfáticos regionales son la forma más probable de diseminación a distancia. El carcinoma metastásico inicialmente se limita al ganglio afectado, pero, con el tiempo, crece a través de la cápsula hacia los tejidos del cuello.
El diagnóstico precoz resulta clave para poder curar a los pacientes, porque la supervivencia depende en gran medida del tamaño tumoral. Desafortunadamente, la mayoría de los pacientes con carcinoma bucal acuden a consulta en estadios III o IV. En la práctica, la mayoría de los carcinomas intraorales se tratan mediante cirugía combinada con radioterapia («tratamiento multimodal»). La quimioterapia es la tercera forma de tratamiento, reservándose en general para casos avanzados en los que la cirugía sería muy mutilante.
A continuación, presentamos el caso de un hombre de 50 años al que diagnosticamos un carcinoma bucal de células escamosas en estadio avanzado tras acudir a la clínica por «movilidad de un diente». La lesión, localizada en el suelo de la boca, se presentó como una úlcera irregular, profunda, de bordes evertidos, fondo sucio y de consistencia dura e infiltrada en profundidad, incluida la mandíbula (ver imagen), combinada con una tumoración sólida de superficie irregular, excrecente, indurada y con forma de coliflor en el sector posteroinferior derecho de la mandíbula (ver imagen). El SDPOMF confirmó el diagnóstico tras el análisis de una biopsia incisional. Con celeridad, nuestro paciente fue remitido a un centro hospitalario puesto que el tratamiento del cáncer bucal es multidisciplinar, en el que participan diferentes especialistas formando comités clínicos, los cuales planifican de forma protocolizada esta neoplasia. Como en todos los tumores malignos, el diagnóstico precoz es fundamental para el pronóstico del paciente.
Imagen histopatológica del caso
Imagen histopatológica del caso
Desde Clínica Dental Borrás queremos concienciar a nuestros pacientes de esta patología, mejorando así en su calidad de vida y dándoles los siguientes consejos:
1º Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
2º Mantener una buena higiene bucodental.
3º Evitar que los dientes o prótesis rocen o presionen excesiva y reiteradamente la mucosa bucal, los labios y la lengua.
4º Utilizar cremas labiales con factor de protección al exponerse al sol.
5º Ingerir una dieta equilibrada (rica en vitaminas, fibra…).
6º Autoexaminarse la boca una vez al mes y visitar al dentista, como mínimo, una vez al año.
Por último, recomendamos firmemente biopsiar toda lesión sospechosa de naturaleza maligna, por pequeña que sea, para diagnosticar precozmente un cáncer bucal.